domingo, marzo 09, 2014

Notas de importancia para un hombre heterosexual





Notas de importancia para un hombre heterosexual
Joaquín Ortega

 
No perder de vista a una pareja de viejos aislados en una fiesta
Exprimir un limón seco con una sola mano
Seguir con la mirada el culo de la vecina que te cae mal
Callar ante los gritos de una niña que se mordió su propio dedo
Obviar la locura de todas las madres
Sacudirte los gritos de la mujer desnuda que te quiere dominar
Ganar sordera
Perder peleas fatuas
Atesorar logros comunes: salir del Metro sin malos olores, compartir mandarinas con tus compañeros, borrar teléfonos inútiles, observar con detenimiento arriesgado el brillo incómodo de un minuto de sol
Regalar libros viejos -subrayados y anotados- con pareceres y odios precoces
Visitar a un amigo casado y revisar un mapamundi. Recordarle que él también es un relámpago de voz
Alimentar acuarios ajenos
Domesticar puertas con aceite
Darle vueltas a la rueda de un parque -imaginarla en sueños como torbellino de mares, como el tambor de un revólver sin cañón-
Comer despacio y en silencio
Ir un poco ebrio a agradecerle algo en su casa a Dios
Guarecerse bajo temperatura artificial con lluvia, darle la vuelta a la memoria, recordar solos de guitarra -detestando en silencio- las letras que solo enhebran pasos de baile
Disculparte inmediatamente, sabiendo que nada vas a lograr
Quebrar una taza a propósito, solo por verla despeñar
Bendecir mentalmente a tu madre, agradecer en alta voz a tu padre, ahorrar un poco para tus hermanos, sentirte fuerte como tus abuelos, guardar sus cortesías entre monedas de un tarro
Dejar señales con hierros hundidos
Diluir la influencia de animales fantásticos con azul y grafito
Practicar quedarte ronco, luego de exigir a gritos tu destino





sábado, marzo 08, 2014

Belfast no es Caracas




Belfast no es Caracas
Joaquín Ortega

Pero casan la muerte y el desaliño
Sufren la mirada perdida del que juzga a la propina como salario
Viven ferias en paralelo
Belfast vieja
Caracas nueva
Unas con cicatrices de explosivo
Otras con papas quemadas 
Alguna carne piadosa
Con verde de la escudilla a la boca
Que en la vida se sembró
Tras el patio
Belfast cerca
Caracas lejos
Sonreír indocto ante cada lonja que compareció en cuatro ruedas
Belfast no es la ciudad sujeta
Caracas, mucho menos fue  
La que apareció entre descendencias olvidadas
Que consiguen intuir todo
Menos que son muñecos de cuerda
Con invisible postal para la libertad
Caracas no es Belfast
Porque nunca estará allí
Cero frio
Cero calles con número
Solo corresponde los nombres cristianos
En ese cielo
El de la sangre de los rozagantes
Que no sabrán de hijos propios
Porque ahora son obituario
O regresaron como otros
Casualmente
Porque  su cuerpo ya cambió
En el calabozo que aquel indica que no consta
Viendo a la pared
Caracas no cabe en Belfast
Puesto que hay ciertas cruces al cuello
Que se sanan
Allá y acá se cruzan fatigas
Así
No hay línea de vida más allá de sus afectos
El tesoro es colmo para comprar aleaciones rústicas
Intento de una ajena Caracas
El sí llega a tiempo para que los monstruos se amparen
Tras máscaras de atropello normalizado
Caracas
Profanación de un cuerpo ajeno al que duerme a tu lado
Belfast
Aleatoria pesadilla de conteos desiguales
En Belfast, unas veces
En Caracas, otras tantas
Intentos de muerte se recompensan con cesáreas
Tantas ciudades
Que no alcanzan parecerse
Descontadas aquellas
Cuyas  soberanías guiñoles punzan a sus paisanos