Que mal trueque
Es merendar del plato de los
asesinos
Suponer que al sonreír
No te anotan en su almanaque
Cada asesino tiene su método
Porque quitar de en medio es un apetito mortal
Nace con malcriadez en la mesa de los
abuelos
Crece curvando ojos
Negando deslices
En la escuela frente al pizarrón
Piden aplausos
Y en la medida que se pasan de
grado
El asesino escoge su poltrona
Y como quien sacude piedras de un
zapato indiferente
Va rumiando excusas
Los asesinos suspiran el brinco del
otro
Atravesando el pie hasta que la
rodilla ajena rompe contra el piso
Los asesinos rayan lentes ajenos
En desquite por lo que son
De lejos
El tambor pregunta por redobles
apretados
Su casa es el bastonazo que lo hace
sonar
Los asesinos, matarifes y
estranguladores
Espuman su ropa sucia junto a la de
cualquiera
Y ese tercero igual se mancha
desatento
Los asesinos moldean familias para continuar el trabajo de sus padrones
Los hijos
Barrerán las calles de sangre ajena
Y perfumarán los cadalsos que sus
verdugos
papi y mami
Inauguraron
Los asesinos, matarifes y
estranguladores
Le dan teta a sus críos
Se sientan allí a tu lado
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