San Juan de Mata
Joaquín Ortega
Tengo buenas migas con los presos
No puedo dejar de visitarlos
Me gusta la variada feria de
alimentos compartidos
Los llantos ahogados en los rezos
La agradecida rabia al verte desde
afuera para entrar
Constando cautivos de toda culpa
No importa sí lo que hicieron
Fue cierto o un derrame de la
desdicha
Darles la mano oliendo uno a sol de
calle
Es islote que se acerca vagamente
A los presos
Los reconozco en las cicatrices de
mi abuelo
Algunos aprendieron a leer conmigo
Otros me enseñaron su silencio
Me prepararon en cómo seguir vivo
En algo más que tener un corazón
latiendo
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