Nubles
Joaquín Ortega
Somos arcaicos
Tanto
Que se vuelve irrelevante abominar
con nombre propio
Hablar de lágrimas de sangre
Que salen en tramo desde las uñas
Ponerle el trapo al púlpito
Del llanto encorvado en el suelo
De la pérdida de la bolsa de
ilusiones
De las tinieblas de vivir la
devoción supuesta
Verás las muertes de los que
hundieron el barco
Para dejar al tonto
Al otro lado de la orilla
Mientras todo lo bello se ahogaba
Verás de lejos
Entre montañas y frío
Esa apuesta a la única devoción
indudable
Posible de mantener y de gozar
Pero desde el cuaderno numerado
Te gritan posibilidades nulas
Hogar de padres muertos
Cuartos vacíos de hermanos en fuga
Conocimiento de las causas
Mientras los párpados se cierran
Ni un abecedario
Ni un afecto
Ni un hijo
Ni un llanto honesto
Más allá de los que saben que te
llevaste algunas claves
O el lugar de las alforjas
De morirse solo siempre se muere
Del recuerdo los demás viven
Y carga la oración más que la noche
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