Joaquín Ortega
Este hombre disgustado hablaba alto
Como si lo fueran a escuchar más allá
del vidrio
Dentro de su mundo de ruedas y radio
AM
Se aparecen recuerdos de su juventud
Ideas fijas
Muchas prisas y algunas pausas
Notas de un instrumento de viento que
no llegó a terminar de aprender
Los enemigos estaban muy cerca
Eran los dedos sobre un pequeño rectángulo
eléctrico
Los enemigos corrían tras de él en
sinuosa lascivia motora
Este hombre disgustado temía lo que
siempre previó
Otros acentos, ahora sin visita rápida
El calor de una guerra inexistente
quema tanto como los perdigones distraídos
Este hombre enardecido odiaba a la
nube
A las nubes
A su nube
A aquella
Y a aquella nube
Llegó muy lejos en el siglo que nos
dejó a todos atrás
No por sabiduría ni ignorancia
Sino por testarudez
Ser viejo y testarudo está bien
Pero este hombre viejo, fue un joven
de cabeza empecinada
Tantas vueltas para no ser honesto
con su molestia
Tan sencillo que era ponerse bravo
Por la única razón que nos sirve de
escobilla
Las escobillas ocultan la tierra
bajo la alfombra
Las playas también llevan la moda de
las galaxias en los pies
Pero como las rudezas innecesarias contra
el amor claro
No queremos volverlas a encontrar
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