Metrópoli
Joaquín Ortega
Joaquín Ortega
Fuimos niños sin estar
al tanto
De lo visto
Que rompía calles
Deshabitando dolores
En las sabanas resecas
Claramente se apelaba a
Beber agua de animales
calientes a
Dormir por un breve siglo
y para siempre
Tus hijos buenos, Padre
Son silentes y
obsequiosos
Los amas tanto a ellos
Que dejas pasar el
tiempo quemado
Entre comas
En las trochas de la
lujuria
Quien va por un bocado
Modifica
Retribución por
silencio
Uno que dibuja las
alturas espesadas con rayas negras
Anclados al recuerdo de
los montañistas
Alegres de dolor a la
vuelta
En un tramado de
pulmones que silban contra el frío
Una ventana que muestra
familias
Pensando en escribir
algo sobre tu boca
La que prueba pan y
marcha humos
La que habla de los
robos y
Se sorprende ante los
años de los tíos
La boca que se queja
Que trabaja
Que perfuma
En primeras personas
La pompa de los pasajes
El pasillo herrado por
los dequeísmos
La quiebra entre las
playas
Los animales con viajes
dentro
Sobre tu boca una
lengua menos humana
En esa metrópoli
Hay que aprender a
mirar de lejos
No hay cera que separe
a la sombra dirigida
Desde la pieza fría que
se hunde en el mar
En esa metrópoli
Cada peligro está habituado
a un material múltiple
Tras algunas puertas
Protegidos por los
símbolos invisibles
Van salando sus
frontales de víctima
Las familias gastan
verbos y se confía
En cada rostro
desconocido
Tanto como puedas
acelerar el paso
Ojos que figuran no tomar
nota
Son semáforos de cuenta
regresiva
A la nueva sed que pica
en la noche
La que engaña cada hora
La que rebasa al sol
En la metrópoli
Que compra el emparejo
No hay razón para
pensar en un largo mañana
Cortos adioses
Largas bienvenidas
Como si con eso bastara
Para calentar los
carbones y derretir los miedos
Se desvanecen lágrimas
y guerra
Contra los mártires
El pié no ha calzado
Solo algún niño se
premia sin saberlo
Frente a un helado
compartido
La mañana suena con su
voz de caja imperfecta
El antifaz de la laca y
el peine contra los confesos
Se cruzan las manos en carácter
de permiso
Para vivir con quien te
topas en el cruce
Con el que vive en el
silencio de los ojos cerrados
Quien te espera sin
saberlo
Ríen los erectos de
grito ahogado
Los frescos de la
pesadilla infantil
De la manzana que rueda
de la bolsa
Para ser sacrifico
Entre el concreto y el
pantano
Una pausa entre motores
Y seguir bailando con
una bandera contra el viento
Viendo de lejos los
asientos
Los relojes detenidos
Los bucles orquestados
1 comentario:
"La quiebra entre las playas
Los animales con viajes dentro"
¡Son como millones de mundos, Joaquín!
Es un hermosísimo poema para arrancar la semana y convertirlo en un must read!
¿Otra sorpresa? ¿Para cuándo el libro continuación de "De Cara al Río"?
Meche
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