Profesé furia
Estuve fuerte en maldecir
Y maldije
Señalando culpables para que los lincharan
Le enseñé las uñas a inocentes
Para merecer sus silencios
Celebré borracho sobre pieles de cobardes hechas cincha
Tomé a la mujer ajena
Y la separé en la oscuridad de sus hijos
Mientras la lloraban esperando
Yo reía relamido sobre sus muslos
Royendo ensañado
Todo borde
Toda teta
Escupiendo sus aprecios
Desde Tebas hasta Pompeya
En el terminal de los tiempos
Maté a las niñas de todas las matronas
Haciendo que tragaran aquel espíritu venenoso
Robé hasta hacer esclavas a las hijas de mi padre
Y vendí tras unos dados la estrella de todos los sepulcros
No hubo envidia que no traspusiera mi mente
Ni vicio que no solfeara en mi lecho
Con las manos
Juntando a la tierra
El Compasivo fabricó fuego
Y pude rasgar el seno
Sacando a los ogros
Sus semillas
Su alimento