Chaguaramos rotos
Tan abajo como el aire
La montaña que pasó en silencio antes de ser derrumbada
Apoyada en sus patas delanteras
Como elefante ido de cabeza
Perdida en un regato que traga el alma antes que a los cuerpos
Mintiendo la mala palabra en una fricción y cinta
Lavanda bajo la cacería
Oferta de piernas póstumas en su alegría de ruedas ajenas
Otra promesa secada al sol
Paredes desgarradas que se sostienen por la sombra de
Un faro mudo imaginario
Chispazos de arena
Marmolada en círculos ebrios