A
Le están sobrando atardeceres
Nones que serán como antes
Porque Eugenio no está para apretarlos
Nadie para repatriar las miradas
Distintas y bravas
Con las curvas sogas
Con las que sólo él
Amarraba a las facundias
¿Para qué estar fuerte o de una sombra ser vista?
Entre arreglos turbios
Todo el café tendrá un sabor distinto
Porque éste hombre
Nos deja un tramo crecido
Y un trabajo más nunca desarmado
4 comentarios:
siempre me ha sorprendido la capacidad que tienen los hombres para hacer homenajes, por escrito, a las figuras que no sé si han querido ser, pero que admiran...
parece un canto de batalla, escrito contra una de las murallas de Jericó, o una canción funebre a la luz de unas pira ardiente.
muy bellas palabras, y para quienes seguimos a Montejo, de mucho significado.
Un beso grande
Sandra R
las murallas de Jeric'o...
asi se deberia llamar tu libro Frau Rigga...
tene'is q publicar soon
un beso
J
Merecidas y sentidas palabras de tributo a nuestro árbol más alto, amigo Joaquín. Que el alfabeto del mundo nos protega.
L. Yslas
Gracias Luis un gran abrazo!!
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