Ojo de Agua
Gotas de luces membrudas
Frenan dos tramos sin ninguna inminencia
En el descanso un carro se pronuncia en vistas
Dejando conversar las cortinas de traspaso
Y entre ellas
Un recuento obsceno de lo movido en la depredación
Acuartelando restos de ánimas
En las barberías destinadas al olvido
Como la gramática de Krypton
Peor que los cotorreos de cédulas oscuras
Como tacones rencos en pasillos ruginosos por direcciones olvidadas
Más cerca
Una mesa de módicas solemnidades permuta
Un cubo lleno con el sentido rastrero
De los tocadiscos arrimados
Con los fragmentos amputados en guerras sin apremios
Para los farallones hospitalarios que obtuvieron la palma que secaba lejanías
Desde la magia que cubría el ángulo de los principados
Hasta los consejos para las habitaciones pestilentes
Únicamente aquellos almohadones lenguaraces de la tienda de los césares
Abren los brazos a la merienda en Ojo de Agua