En Los Jabillos
Solos
Ladran los perros
Como una guitarra hecha de mil ruedas
Que giran hasta ningún hocico
Sin mala intención la mujer los aparta
Y algunos pueden apretarse contra sus várices
De madre y esclava sonriente
Acaso paraguas débiles
El vidrio devora su debilidad
Es un naufragio sin lugar donde ir a pique
Fue el ceremonial ante el baño de Oriente
Haces la vista a un lado
Como las libertinas cobardes
De contraceptivo inoculado a tres cuartos
Que el frío gane tu taza caliente
Que la bruja arda y pague sus malos centavos