jueves, febrero 04, 2010

Caracas, Tebas

A la rabia

Profesé furia

Estuve fuerte en maldecir

Y maldije

Señalando culpables para que los lincharan

Le enseñé las uñas a inocentes

Para merecer sus silencios

Celebré borracho sobre pieles de cobardes hechas cincha

Tomé a la mujer ajena

Y la separé en la oscuridad de sus hijos

Mientras la lloraban esperando

Yo reía relamido sobre sus muslos

Royendo ensañado

Todo borde

Toda teta

Escupiendo sus aprecios

Desde Tebas hasta Pompeya

En el terminal de los tiempos

Maté a las niñas de todas las matronas

Haciendo que tragaran aquel espíritu venenoso

Robé hasta hacer esclavas a las hijas de mi padre

Y vendí tras unos dados la estrella de todos los sepulcros

No hubo envidia que no traspusiera mi mente

Ni vicio que no solfeara en mi lecho

Con las manos

Juntando a la tierra

El Compasivo fabricó fuego

Y pude rasgar el seno

Sacando a los ogros

Sus semillas

Su alimento